domingo, 10 de diciembre de 2017

LA SOLEDAD DEL MONTADOR























Has estado 2, 3 meses montado un documental con el director, desmenuzando 8, 10 horas de entrevistas, debatiendo si este testimonio es relevante o no aporta nada, si buscamos el ritmo.... El día de la proyección se te hace un nudo en el estómago deseando que todo salga correctamente:
  • que todos los renders estén a 185 (si están en otra calidad, se nota y tú lo sabes).
  • que ningún rótulo entre a corte.
  • que el dolby se haya comprimido bien cuando hiciste el blurray: el L, el R y el C, cada uno en su sitio.
  • Por supuesto, que no se te haya colado ninguna falta ortográfica en los créditos, y un largo etcétera que todo montador tiene que tener en cuenta a la hora de sacar un máster.

En la sala de proyección ves muchas caras conocidas; caras que antes viste en la pantalla. ¡Claro! Podrías hasta recitar alguno de sus testimonios. Una hora y 45 minutos de mezcla de tensión y de diversión, porque, recuerda, te encanta ver tu trabajo en la pantalla grande. Y aprovechas para mentalmente apuntar datos que te aporten experiencia para la próxima:
  •  los planos reescalados de la C300 aguantan perfectamente sin romperse.
  •  oyes detalles en las músicas que en tu sala ni habías oído (recordatorio... mejorar sistema de sonido de la sala de montaje.
  •  para la próxima usa anímate a un formato más panorámico que el 16:9.
El documental acaba y todos aplauden. Parece que ha gustado... para tí, es todo un éxito porque la proyección ha sido correcta... y nadie comentará que el etalonaje de algún plano tiraba a rojo o que el rótulo de alguien se fue al corte.
Después te darán ganas de saludar a todos y comentarles lo interesante que fueron sus entrevistas y preguntarles por qué esto o por qué lo otro; y de paso explicarles por qué no incluimos aquel testimonio, aunque fuera interesantísimo. y de paso que me halagen los oídos diciendo lo mucho que les ha gustado el documental.. total también es parte de ti. Hay que confesarlo... Sin embargo, nadie te saluda porque no te conocen. Tú no fuiste a las entrevistas, ni a los rodajes. Tú estuviste en tu sala, viviendo todos esos momentos en diferido. Así es la vida del montador....